Voy a darme un salto de Twitter a Linkedin y hablarles por acá de un tema que me apasiona: Universitario. Ayer vivimos una nueva eliminación copera, con pelea incluida. Y la traigo a Linkedin porque quiero hacer un paralelo con mi experiencia empresarial.
Escucho por todos lados que “los jugadores de la U necesitan urgente un psicólogo”. Entiendo de donde viene. Todos los partidos acaban en peleas y expulsiones, como ayer.
Pero estoy en desacuerdo. No creo que necesitemos un psicólogo. Lo que necesitamos es una transformación cultural.
En mambo siempre repetimos lo mismo: la cultura y los líderes son indivisibles. Son uno y lo mismo. La organización siempre se comporta como un reflejo de su liderazgo. ¿Quieres que tu equipo se comporte diferente? Pues tú tienes que transformarte primero.
Lo que yo veo en Universitario no es uno que otro exabrupto. Las peleas cuando perdemos, cuando las cosas van mal, cuando nos provocan, son ya algo generalizado y recurrente. Y creo que esto, al igual que cualquier vicio cultural en una empresa, viene desde arriba.
La U es, finalmente, una empresa. Cuando hablamos de “el equipo” estamos hablando de los jugadores, pero en realidad “el equipo” es todo, desde los dirigentes. Y lamentablemente el comportamiento recurrente desde arriba es siempre el mismo: ante un problema, atacamos y nos victimizamos. Ante un error cometido, cerramos filas y acusamos.
La semana pasada encarcelaron al preparador físico de la U por hacer gestos racistas en el partido que se jugó en Brasil. Es indefendible el hecho: sucedió y hay video. Sin duda también, me parece exagerada la sanción. Probablemente, este reaccionó ante insultos similares de los hinchas de Corinthians… lo que no hace menos condenable el gesto, pero lo explica mejor.
Ante esto, el club salió con un comunicado respaldando a su colaborador y defendiéndolo. Esto hasta cierto punto me parece correcto: ayudar a un empleado del club que está en problemas. Luego lo podemos sancionar o incluso despedir, son decisiones separadas. El error estuvo en que en el comunicado emitido jamás se condenó o siquiera mencionó la acción racista. Ni se rechazó el racismo, en todas sus formas. No hubo culpa. Básicamente, se pasó por agua tibia el gesto racista. Y eso no está bien.
El liderazgo de la U actúa así hace bastante tiempo. Entonces, no nos debería de sorprender que los jugadores actúen así. Están en línea con la cultura de su organización. Nuestra organización. Mi equipo, del que soy hincha incondicional y socio. Y por eso mismo escribo estas palabras. Porque estoy lleno de pena y vergüenza por como actuamos, como pisoteamos los valores de la U.
Estoy harto de acabar todos los partidos con expulsados. Y de la vergüenza que siento cuando nuestros dirigentes defienden lo indefendible.
Necesitamos transformar a la U. Un psicólogo no va a ser más que un parche, cuando el problema es de liderazgo y viene desde arriba. Lo que necesita la U es una transformación cultural!
