Más allá de la B

Hace unas semanas celebramos un logro muy grande y por el que venimos trabajando hace mucho tiempo, nos certificamos como Empresa B. Y, aunque fue un motivo de emoción y festejo para nosotros, siempre tuvimos claro que la certificación en sí nunca fue el objetivo final. 

 

Si bien obtener la certificación de Empresa B es un reconocimiento importante del compromiso social y ambiental de una empresa, es crucial recordar que la “B» no es ni debe ser el fin, sino el comienzo de un viaje hacia ser una empresa cada vez mejor. 

 

El año pasado lanzamos una campaña para compartir con el mundo una filosofía que tenemos en Mambo: Empresas buenas. Se basa en la creencia de que el mundo necesita más empresas que se cuestionen y estén constantemente en la búsqueda de ser mejores en todo sentido. Mejores con su gente, con el medio ambiente y con la sociedad en general.

 

Las empresas buenas buscan construir valor para todos sus stakeholders y no solo para unos pocos. Las empresas buenas se preocupan por cómo su operación afecta al resto y buscan mejorar sus productos o servicios para impactar cada vez de manera más positiva. En general, una empresa buena constantemente se cuestiona cómo transformarse y trabajar por un mundo mejor.

 

En este sentido, la certificación es en realidad un símbolo de nuestro compromiso con esta filosofía compartida de que, como empresas, tenemos el deber de agregar valor más allá del económico. Y la verdadera meta es el impacto que generamos en la sociedad y el mundo. Por ello, debemos centrarnos en qué podemos hacer mejor para lograr un impacto más positivo, debemos enfocarnos en cómo mejoramos la vida de las personas y en cómo contribuimos a la preservación del medio ambiente. 

 

Si bien la certificación nos proporciona un marco valioso para evaluar y mejorar nuestro desempeño, debemos ir más allá de los requisitos de la certificación y preguntarnos constantemente cómo podemos ser una empresa más buena. La certificación no debe limitar nuestra creatividad y ambición, debemos ser siempre innovadores y buscar formas de superar las expectativas.

 

Ser una Empresa B es un logro que merece ser reconocido, porque marca un paso importante en nuestro compromiso de construir un mundo mejor. Pero es solo un paso. Debemos seguir cuestionándonos, buscando cambiar, pues es crucial recordar que este es un camino largo que va más allá de la certificación.